martes, 27 de mayo de 2014

Escuelas en la noche

Un niño le pide al hambre, que se desaparezca;
Y pide a la maestra, quedarse un rato más.
Porque no quiere en su casa, vivir así como en guerra.
Como trinchera en la niebla, protege su paz.

Se tiende quieto en su banco, y aunque se esfuerza bosteza.
Apoya la cabeza, pero su cama no está.
Desde hace tiempo se niega, lo esquiva con gran tristeza,
pero no es ella culpable, por eso lo sufre más.

No soportará.
Son largas sus madrugadas en vela.
Alguien le dará,
el peso que busca en la calle y encuentra.
Solo en la ciudad.
La noche es delirio su fría compañera,
y en la casa esta su madre.

Atrapada en los brazos de la soledad.
Asfixiada por un lazo difícil de atar
Enroscada en un mundo crudo y sin lugar,
que no escapa y no deja escapar. 




......................................................................................_ José Ignacio G.C.

martes, 8 de abril de 2014

Atrapada...

Suspira lo oscuro casi triste y sin sentido.
Llora de a ratos mientras espera dormirse o continuar hasta que pase la tormenta.
Tiene miedo de esconderse. Tiene miedo de huir. Sólo quiere desaparecer o camuflarse un tiempo indeterminado.
Vuela alto y se desvanece para caer de nuevo en su sombra.
Quiere ser veloz dentro de un tiempo que pasa lento, acelerando su forma de ser.
Precavida e inquieta avanza. Introvertida y esotérica se muere de miedo al notar que un tenue brillo la descubre.
Buscaba encontrar en ella lo que ha perdido. La piensa morena por su color oscuro. La escribe en la acera, cerca del árbol donde se alumbran sus letras. La deja quieta, pensante. Nadie había encomendado una palabra para describirla. Se llena de incertidumbre y se parece más a una frase entre signos de interrogación.
Perpleja lanza con miedo ráfagas de viento, intentando en vano borrar lo escrito por la intrépida paseante luz.
Le ayudan las nubes en su intento de ser oscura e imperceptible. Nublan la visión desde el ocaso, pero es en vano, pues se escapa fácilmente de lo necesariamente inútil.
Y así quedan enfrentadas. Cara a cara. No se dan tregua en una danza que no sabe de colores. Se nutren de contrastes y sombras para dialogar eternamente.
Y quien las dejó presas de amistad por siempre, sonríe apenas se oculta, pintando un burlesco cuadro de blancos y negros colores. Cárcel de un tiempo instintivo, donde la llave brilla como una enorme bola de fuego. Inalcanzable y mortal para una ama de la oscuridad.






......................................................................................_ José Ignacio G.C.

viernes, 31 de enero de 2014

… y a veces soy la cadena.

A escasos metros de ayer,
mandé todo a olvidar.
Que el dolor no afecte mi ilusión,
fue mi meta para decorar

aquello que siempre quise. Lo que aburro de buscar.
Y soy terco porque me hice la cadena para atarme acá.

Pido, tiro y paso otra vez.
la maldita suerte me quiere ver perder.

Me pongo los guantes y me tiro al piso. Arranca a contar.
Yo no me levanto, espero, quieto pero no logro engañar.

Dale austero, deja de contar.
Sos oscuro amargo, eso y mucho más.
Sigo haciendo plancha y él llega hasta el final.

Me quedo dormido a escasos metros de ayer.







......................................................................................_ José Ignacio G.C.