Yo fui pequeño también, si bien no fui presionado sentí presiones. Las cuales con el tiempo te vas dando cuenta existen a lo largo y ancho del todos los días. Trabajo, dinero, cuentas; Todo te lleva al extremo, mucha tensión. Es el momento que se genera al tener que rozar cada día con distintas formas de ver la vida, a veces con distintas edades, o sin importar las edades, las ideologías que aunque en el mismo lugar son tan diferentes, que aunque distintas se debe aprender a entender. Quizás a veces se nesecita ser en tercera persona. Salirse del encerrado cuerpo y mirar las cosas desde otro punto de vista. Una vista en tercera persona. Decir yo estoy aquí, aquí esta él, allí ella, acá mamá, en el sillón papá, sin importar las palabras que choquen en ese momento. Sin importar los ruidos contaminantes. Nada. Solo tu y lo que te rodea, visto desde una perspectiva un poco fría, que es totalmente necesaria cuando se te notan arrugas en la cara a los quince años. Cuando te sientes superado, ¡ahí para!, presiona ese botón mágico que solo tu puedes accionar y salta de ti hacia el techo, atraviésalo si es necesario para alejarte del ruido y vuela para ver las cosas mas claras. Quizás en tu vuelo recuerdes que quieres ser cuando seas grande, o cuando sea el momento justo para serlo. Haz que este momento de paz que generaste sea venidero para tu integridad mental, que sirva de paño mojado, con jabón y olor rico, que limpia suavemente polvo quizás barro que te impide ver claramente por tus pequeños parabrisas. A veces te cuento, me sorprendo de lo bueno que puede ser tener la capacidad de ver, parar, analizar y luego entender, que todo es como yo lo veo, y que puedo modificar esa visión con solo tomar unos pocos vuelos de paz.
......................................................................................_ José Ignacio G.C.
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