Como nuestros secretos determinan los límites de nuestras vidas,
escabulléndose del contorno visible en cualquier persona.
Como la sangre que fluye por nuestro cuerpo,
alimentan a cada pensamiento de fundamentos
en los que se basan los cimientos de cada individuo.
Esas vivencias, que transformadas en mensajes,
son pesadas cargas para nuestros amigos,
quienes llevan la responsabilidad de guardarlos
para ser revividos en momentos en los que con recuerdos se tejen nuevas esperanzas.
Como pruebas fieles, determinan la aprobación en exámenes de amistad,
de resguardo, de cariño, de respeto.
Secretos que son seccionados y racionados para que a su huésped consuman menos.
Verdades que hieren, pasos en falso, errores de cálculo, caídas,
tropiezos y amores mentirosos,
son encerrados en momentos detenidos en el tiempo,
en cárceles custodiadas por neuronas,
por ser traicioneros, por desilusionarnos,
por querer robarnos lo poco que no esta mal,
lo que hoy nos llena de orgullo,
por recordarnos que fuimos presos de grandes tristezas.
......................................................................................_ José Ignacio G.C.
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